Artículo complementario Clase 1







BIOÉTICA: Visión moral de las técnicas de fecundación artificial




Martes, 30 de diciembre de 2008

(Orlando Díaz Márquez – CAMINAYVEN) - Hace algunas semanas la Congregación para la Doctrina de la Fe hizo pública la Instrucción Dignitas Personae, referente a algunas cuestiones de bioética. El avance de la ciencia en el campo de la fertilidad humana ha avanzado por caminos algunas veces inciertos moralmente hablando, el texto quiere ayudar a los católicos a tener criterios claros sobre estos temas. La mencionada Congregación ha puesto al día la Instrucción Donum Vitae del 2 de febrero de 1987 incorporando nuevas cuestiones que el avance de la ciencia ha sacado a la luz pública. Son todos temas referidos al matrimonio y a la familia en relación con la transmisión de la vida humana, por ello me parece importante que nos acerquemos detenidamente a cada uno ellos para que todos tengamos claridad en asuntos tan vitales. Empezaremos con la fecundación artificial.
El numero 12, lleva por título “las técnicas de ayuda a la fertilidad” y enumera tres bienes que hay que tener en cuenta: “a) el derecho a la vida y a la integridad física de cada ser humano desde la concepción hasta la muerte natural; b) la unidad del matrimonio, que implica el respeto recíproco del derecho de los cónyuges a convertirse en padre y madre solamente el uno a través del otro; c) los valores específicamente humanos de la sexualidad, que «exigen que la procreación de una persona humana sea querida como el fruto del acto conyugal específico del amor entre los esposos”.
En el actual relativismo moral se hace difícil discernir fácilmente lo que antes era evidente, esta circunstancia hace que los católicos en general puedan confundirse a la hora de emitir un juicio moral sobre la fertilidad artificial. El primer bien al que hace referencia el documento toca un bien fundamental, el derecho a la vida. Para nadie es novedad que en la fecundación in Vitro se fecundan varios óvulos y sólo uno de ellos será viable para implantarlo en el seno materno, los demás embriones serán desechados, sobra aclarar que dichos embriones son seres humanos que son asesinados sin ninguna contemplación, lo que aparece como un bien para ayudar a los esposos con la fertilidad, se convierte en un mal al privar de la vida a seres indefensos.
El segundo bien, el respeto recíproco de los cónyuges a convertirse en padres y madres solamente el uno del otro. Se rechaza, por tanto, la fecundación artificial heteróloga, es decir, aquella fecundación en la que el espermatozoide y/o óvulo no proceden de los esposos infecundos. Resulta, por tanto inaceptable esta técnica porque excluye por completo el derecho a ser padre o madre solamente el uno del otro. En realidad y hablando claramente, los esposos que recurren a este procedimiento no son los padres de la persona generada.
El tercer bien parece un poco abstracto, se rechaza toda fecundación artificial que excluya el acto conyugal “a manera humana”, es decir, no puede aceptarse que el procedimiento requerido se sustraiga del acto por el cual los esposos se entregan el uno a otro haciéndose “una sola carne”. Todo ser humano nace del fruto del acto conyugal en el que se expresa la mayor muestra de donación en el matrimonio cristiano. Por tanto, “criterio hay que excluir todas las técnicas de fecundación artificial heteróloga y las técnicas de fecundación artificial homóloga que sustituyen el acto conyugal”.
Una pregunta final para reflexionar: ¿es absoluto el derecho al hijo? Es decir, no importa lo que se haga para conseguir superar el sufrimiento de la infertilidad, convirtiéndose el hijo en un medio para obtener la propia felicidad y no como un bien en sí mismo. Este acto se convierte en egoísta y arbitrario por el solo hecho de buscar la propia realización. Para ayudar a los esposos que quieran emprender el camino de la donación como padres existe el camino de la adopción. Tantos niños en el mundo necesitan una familia que los acoja con amor y les brinde la posibilidad de crecer en el seno de una familia, es una buena forma de ser padres, sin tener que recurrir a técnicas que lesionan la dignidad del ser humano no nacido y el de sus padres.
¿Qué opinas sobre la fecundación artificial? Puedes expresar libremente tu opinión en los comentarios.



Análisis

Hay un tema controversial en todo lo que aborda la inseminación artificial… aborda muchos temas que son tratados desde distintos puntos de vista, tanto en este caso de la iglesia, como de la sociedad en sí, libre de decisión.
En si, se pone en duda la autonomía de las personas dando explicaciones para acusar de una manera la inseminación, ya que esta estaría en cierto modo, acabando con la vida humana al desecharse ciertos óvulos que si fueron fecundados, pero no utilizados en el momentos por el progenitor, o sea, se está atentando contra una vida, al ser esta indefensa. En el segundo punto, la inseminación estaría atentando contra la verdadera unión de dos personas que posteriormente daría vida a una nueva persona, al ser inseminación artificial, no se estaría incluyendo a ambas personas, por lo tanto no cumpliría con los requisitos planteados de que el hijo tiene que venir de sus padres, que están dentro del matrimonio. Es en parte importante destacar estos puntos, ya que afectan directamente a las opiniones que nos entregan fuertemente la iglesia católica, la que se vería afectada directamente por estos métodos, ya que contradicen su opinión de traer al mundo nuevas vidas humanas, dentro del matrimonio, que se supone es lo permitido para poder engendrar, y no dar muerte a próximas vidas que es lo que se estaría provocado a los embriones que no fueron ocupados para insertarlo en el seno de la madre, y que posteriormente se transforme en una persona mas, habitante de esta sociedad.
Para nosotras la vida también comienza desde la concepción y tomamos lo que muchos autores refieren de que la concepción es la continuidad de dos vidas anteriores, lo que son el ovulo y el espermio, por lo mismo nuestra posición frente al tema es defender este derecho.

Este articulo en particular nos llamó bastante la atención debido a que hoy en día la sociedad es bastante permisiva en algunos asuntos, desde este punto de vista hemos considerado que la postura de algunos padres que son infértiles de querer tener un hijo no debe ser privada, pero por otro lado la posibilidad de formar mas embriones y que estos no puedan sobrevivir posteriormente frente a la fecundación artificial, nos pone de manifiesto cuales son los parámetros de qué es lo éticamente correcto, son tantas las opiniones generadas en este análisis, que solamente llegamos a la conclusión que las respuestas a estas interrogantes varían tanto desde la perspectiva y el contexto en el cual nos encontremos, es algo tan subjetivo que si llega el día en que quisiéramos ser padres y se nos presenta la posibilidad de realizarnos una fecundación artificial , ya que los otros métodos no fueron eficaces, no dudamos en que nuestra aprobación frente al tema será total, pero tomando la otra postura de que coartaríamos otras vidas nuestra decisión se verá influida netamente por los valores que tenemos y por la postura católica mas reflexiva.




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